Dos amigos charlan en un bar semivacío a las tantas de la noche con dos vasos de coñac. En el local suena la canción Niebla de Supersubmarina.
-Me encantaría creer que la gente no cambia a pesar de los años.
-¿Y no es así?
-Claro que no, las personas cambian mucho hasta encontrar su verdadera personalidad, su fin en este mundo y eso ocurre en la madurez.
-La conoces en la niñez, se dispersan en el camino que se sigue en la adolescencia y cuando te reencuentras con ella por una casualidad...
-Son la sombran de lo que eran, la mayoria renuncia a sus sueños por una vida asegurada pero infeliz.
-Pero ¿y si es verdad que la gente no cambia y somos nosotros que no la conocimos como realmente eran?
-Puede ser... a estas alturas no estoy seguro de nada viejo amigo. Seguro que nunca sabremos la verdad sobre esto.
-Son los misterios de la raza humana.
-¡Un esperpento, eso es lo que somos!
-Ya lo dijo el maestro Valle-Inclán...
-Brindemos por ello, ¡brindo por la hipocresía!
-¡Por no mostrar nuestra verdadera naturaleza!
-Nunca debimos seguir nuestro sueño.
-Hurm...
-Fracasamos, no nos lo merecíamos.
-Pero disfrutamos intentándolo y al fin y al cabo es lo que cuenta.
-¡Tienes razón! Tenemos que seguir luchando, todavia hay tiempo.
-Siempre hay tiempo, siempre queda tiempo...
4 comentarios:
Esperpento... 'Nuestro reflejo en un espejo cóncavo'. Deformación de la realidad. Llega un momento en que nos perdemos a nosotros mismos.
Yo estoy de acuerdo con el segundo, no creo que la gente tenga la capacidad de cambiar, simplemente nunca podemos conocer a una persona lo suficiente para saber si era realmente así.
Bonita versión de Luces de Bohemia entonces. Me ha gustado, escriba más y mejor, que lo leere encantado ;).
Gracias por los comentarios, espero que las entradas que vaya publicando os gusten :)
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